Una sonrisa significa mucho. Enriquece a quien la recibe; sin empobrecer a quien la ofrece. Dura un segundo pero su recuerdo, a veces, nunca se borra.
viernes, 28 de marzo de 2008
Te extraño tanto, que te necesito
Te extraño y te reclamo aunque sea un segundo de tu vida ocupada, un lugarcito, un espacio para mi liviano cuerpo, un sitio para este par de huesos que alguna vez se quebraron frente a vos... Te extraño porque tengo ganas de abrazarte fuerte y decirte que te necesito, te extraño porque tengo ganas de besarte hasta que goteen mis labios, te extraño porque quiero mirarte, para poder así acariciarte con mi cariño más sincero... Te extraño, porque al menos quisiera verte delante de mí y hacerte una vez mío, por un instante, por medio segundo, por alguno de esos lapsos de tiempo limitado que puedas regalarme... Te extraño porque mis ojos están empapados de soledad, tengo frío y necesito tu abrigo....
Te extraño porque no puedo ni siquiera escribir tu nombre, no puedo mencionarte, ni tampoco mencionar aquellos besos que me hicieron temblar, no puedo gritar ni siquiera en silencio que esta locura que me abunda es la misma que me explica porque te siento así... Extraño esas imperfecciones que me motivan a quererte así, extraño tus sonrisas irónicas a mis errores infantiles, y susceptibles, extraño esas lágrimas de odio por no tenerte entre mis brazos seduciéndome... Te extraño aunque te tenga tan lejos, y así me prive de respirarte... Extraño esos olvidos y dispersiones que no me prestaban atención, que me enfurecían por horas, inyectándote de a pasos agigantados en mi mente... Extraño esas lecciones a mi inculta filosofía, que te hacían el más poderoso... y ahora sólo puedo extrañarte... Te extraño, por el claro motivo que te necesito tanto... por el claro motivo de que día a día te quiero más…
jueves, 27 de marzo de 2008
Aún te quiero
Con los ojitos colorados, y con lágrimas saladas de tristeza sin sentido, con la voz ronca cansada, sin ganas de hablar o quizá sin nada para decir… Todavía no entiendo porque tanta agonía, porque tanto dolor asfixiante, que no me deja si quiera mover mis atrofiados músculos... Y sin embargo no me lastimaste pero fuiste el artífice de mi caída, un cuerpo desmoronado sin fuerzas de levantarse, si siquiera habían paracaídas que me salven de este precipicio mortal... Una angustia galopante que colma en estos días de espera, en estos días en que mi mente se encuentra limitada, sin inspiración de escribir algo absurdo, o irracional... no podría describir alguna metáfora romántica, porque hace tiempo perdí el sentimentalismo... y un duelo puso manto gris a una noche radiante, espléndida como una vez me sentí dentro tuyo, y ahora con un velo despedía a mis ilusiones...
Con un hilo de voz que cada vez se iba escuchando menos, y con un grito pendiente que nadie escucharía jamás... Un enigma ficticio de una realidad sagaz y sombría cubrían mi piel de espacios, agujeros donde antiguamente habitaban tus caricias... hoy mis huesos pesan más que el gramo de conciencia que conservo entre recuerdos y deseos; pesan más que esa culpa habitué en mi inconsciente locura, y moverlos me cuesta tanto como mover una montaña de un solo golpe. Qué monotonía abunda en los rincones de mi vida, que no me deja pensar con claridad, qué volcán erupcionó antes de que lo pueda prever y salvar un átomo de mi vida, un añico de mi corazón fundido por la furiosa y destructiva lava de tus olvidos... podría paliar mis injustas conjeturas de mis desesperadas palabras, con un eco infinito pidiéndote a gritos que te quedes aún conmigo... pero un desquiciado pensamiento me prohíbe absolutamente enamorarte, una humillante imagen dolorosa se aparece en mi mente cada cinco segundos y se clava en lo que queda de mi corazón, lastimándome como lo hace un puñal clavado por la espalda .
Con mi cuerpo vencido, deshilachado y agonizante todavía puedo escribir esta fantasía triste de besarte a escondidas con esas ganas de no dejar esos besos, de tocarte con esa sutileza de no quebrarte y recorrer tu cuerpo hasta llegar al mínimo detalle de tu anatomía, de llorar por la impotencia que siento cada vez que estas cerca, por esos estúpidos prejuicios que tanto me hacen temer, que no quise creer y que fueron netamente reales... Y con un cataclismo enfurecido por la ira de mi cuerpo huérfano, desahuciado por la esperanza y la espera superficial, y aún así cansada con esos ojos llenitos de anhelos y lágrimas, sin muchas fuerzas para escribir todavía puedo decir que te quiero con esos defectos que te hacen ser tan especial para mí, con esas dudas que te perturban y no te dejan ver más allá de mi piel, te quiero con esas fuerzas que hoy no tengo ni siquiera para mencionar cuanto es lo que siento...
Te quiero con tus éxitos y tus debilidades, con tus mentiras piadosas y las verdades más dolorosas, te quiero con esas fuerzas de quererte un poco más aún... pero un tanto desorientada por mis razones inútiles de no seguir por miedo a eso que seguramente no lo voy a poder impedir yo, pero las circunstancias marcarán un destino quizá distinto al que soñé alguna vez desde aquella casualidad... porque tanta agonía, porque tan alejados en un segundo podemos sentir que no tenemos limites, que somos prófugos de nuestras fantasías irónicas, y las vez las más perfectas del mundo...
Hoy casi sin fuerzas, agonizando, puedo pronunciar de mis labios agrietados y secos que aún te quiero....