viernes, 28 de marzo de 2008

Te extraño tanto, que te necesito

Te extraño como te extrañe la noche que te tuviste que ir de mis brazos... Extraño esa noche tibia, esos ojos iluminando mi piel de madrugada, esa noche en la que tus manitos de ángel maldito me despeinaron con una sutil rapidez fugaz, contemplando la mística de nuestros cuerpos troquelados, la música a mi elección, un amanecer que quedó pendiente y un sitio pasmoso lejos de la ciudad... te extraño tanto como el día en que tocaste mi piel como si fuera una seda frágil y sentí que tenías ganas de apretujarla toda... extraño esos besos que enfurecían a mis labios de ese almíbar que no puedo dejar de beber por que ya me hizo secuaz... porque en esa piel de caramelo, cálida, encontraba esa dulzura que agrietaban mis huellas... Extraño cuando nos pasamos todo el día hablando de tonterías, y las cursilerías eran parte de las carcajadas más sutiles...
Te extraño y te reclamo aunque sea un segundo de tu vida ocupada, un lugarcito, un espacio para mi liviano cuerpo, un sitio para este par de huesos que alguna vez se quebraron frente a vos... Te extraño porque tengo ganas de abrazarte fuerte y decirte que te necesito, te extraño porque tengo ganas de besarte hasta que goteen mis labios, te extraño porque quiero mirarte, para poder así acariciarte con mi cariño más sincero... Te extraño, porque al menos quisiera verte delante de mí y hacerte una vez mío, por un instante, por medio segundo, por alguno de esos lapsos de tiempo limitado que puedas regalarme... Te extraño porque mis ojos están empapados de soledad, tengo frío y necesito tu abrigo....
Te extraño porque no puedo ni siquiera escribir tu nombre, no puedo mencionarte, ni tampoco mencionar aquellos besos que me hicieron temblar, no puedo gritar ni siquiera en silencio que esta locura que me abunda es la misma que me explica porque te siento así... Extraño esas imperfecciones que me motivan a quererte así, extraño tus sonrisas irónicas a mis errores infantiles, y susceptibles, extraño esas lágrimas de odio por no tenerte entre mis brazos seduciéndome... Te extraño aunque te tenga tan lejos, y así me prive de respirarte... Extraño esos olvidos y dispersiones que no me prestaban atención, que me enfurecían por horas, inyectándote de a pasos agigantados en mi mente... Extraño esas lecciones a mi inculta filosofía, que te hacían el más poderoso... y ahora sólo puedo extrañarte... Te extraño, por el claro motivo que te necesito tanto... por el claro motivo de que día a día te quiero más…

No hay comentarios: