lunes, 14 de diciembre de 2009

Seguir

Mi ilusión, se perdió en el mar.

El amor, se escapó de mí,

no me avisó, y tampoco me dejó prevenirlo.

Solo se fue, y yo lo vi escaparse.

 

El amor y la ilusión,

están tan atados

como la desilusión y el dolor.

Nunca voy a poder gritar lo que siento,

porque tengo miedo de perder lo que quiero.

 

Mi barco no funciona,

estoy segura.

Navego en un mar de tempestad,

y se que así no voy a llegar a un buen puerto.

Ya no puedo volver a casa.

 

El cielo se cae,

todo mi alrededor late,

y yo espero con un escudo:

mi orgullo, mi memoria.

 

El viento que alguna vez me carició,

me va a enseñar a volar,

y me va a dar revancha.

Yo voy a seguir.


domingo, 13 de diciembre de 2009

Aunque

Aunque me aleje, nunca sabré cuál es la clave para dejar de sentirte cerca.  Aunque la distancia que nos separa aumente, el mismo aire de hace un año atrás te trae a mí  como el día al sol. 

Aunque esta vez empeñe todas mis fuerzas para no recordar, esta vez, me muestre distinta y ya no quiera sufrir, tengo tatuada en mí tu esencia. Aunque me llene del cariño de mis afectos, viva momentos alegres, ocupe mi tiempo en juegos y hasta nuevas sensaciones; sonreir me cuesta tanto como odiarte.

Aunque ya tú no me recuerdes y ni siquiera quieras saber de mí, mi corazón seguirá sin encontrar la fórmula para borrarte. Aunque deba desaparecer de mí el sabor de tu piel, aquel viento que venía del mar sólo para abrazarnos, y los rayitos del sol que me ayudaban a disimular el brillo de mis ojos al verte, me endulzan cada día, un poco más.

Aunque estemos lejos y seamos dos polos opuestos vagando por galaxias distintas, se que no sabré olvidarte.

martes, 8 de diciembre de 2009

La vida

La primer palabra. Los nervios previos a pronunciar el “te quiero”, mirando a los ojos.  Cuando se aprende a caminar. La vida. Momentos de alegría, felicies, y otros tantos de dolores, tristes.

Aquello que rompiste en tu niñez, por travieso. El raspón por creerte audaz e invencible. Los besos de la adolescencia, y las citas por los escondites del barrio.

La ansiedad con la que esperaste un cumpleaños, te divertiste, y agradeciste tantos regalos; o el día que estuviste tan lejos de tu casa, y pensaste que era el mejor vieje.

La vida.  ¿El dolor será una sensación o una espina? ¿Has aprendido a mirar? No se puede respirar y sentir, a la vez. Pero es la vida.

Las sonrizas suspicases, los besos que te acariciaron el alma, las lágrimas que construyeron tu derrumbe, y cuando fuiste cómplice de tu astucia, el desafío de vivir. ¿Lo elegiste? Yo se que sí.

Ver, hablar, caminar, reír, llorar, gritar, correr, soñar. ¿Dónde vas a conservarlo?

Son los verdaderos recuerdos. No están retratados en fotos, ni dibujos, porque fueron reales.

No es ninguna imagen. Es aquello que atesoras en tu mente, y guardas en tu corazón. Los verdaderos recuerdos, la vida.

lunes, 7 de diciembre de 2009

Duende de Marte

Existes, para quienes creen que existes. No se sabe de donde vienes, ni a dónde vas. Tan extraño, y a la vez conocido por todos. Tu apariencia, da las características generales a tu color.

Te conozco y te desconozco. Eres lo que dicen, pero no dicen lo que eres. Tu pigmento tiene azúcar  y tu esencia pimienta. Tan esporádico como el arco iris conservas un tesoro añorado que sólo tú decides cuando mostrarlo.

Vienes de cuentos, proverbios, mentiras o quizás verdades. Nunca alcanzaré a saberlo. Tus pies en la tierra no duran mucho tiempo y cuando allí están, tú sólo te empeñas en demostrar cuan mágico eres.

Pasaste por todas las historias, pero sigues sin instalarte en ninguna. Algunas veces eres de plástico, otras de piedra, eres como un dibujo o un simple personaje de los sueños.  

De vez en cuando vagas por la ciudad, y hasta te pierdes en ella.

Prefieres ser fiel a tu propio planeta, el mismo que reinventas día a día.  Sin destino y sin rumbo, caminas sin dejar huellas pero salpicando chispas. Se hace muy difícil no encenderse al rozarte.

Pícaro y charlatán, no tienes tiempo ni edad. Se te conoce inquieto como un niño y sabio como un anciano. Has experimentado todo, pero no tienes idea cuánto has vivido.

Te robé segundos, y logré que tus ojos se cierren. Huiste de la ficción cuando te paraste frente a mí.

Nos escapamos a Plutón.